¿Estás pensando en comprar tu casa propia, pero no sabes cómo financiarla? Una de las opciones más comunes es solicitar un crédito hipotecario, que es un préstamo que te otorga una entidad financiera, a cambio de que pongas como garantía la propiedad que vas a adquirir. Sin embargo, no todos los créditos hipotecarios son iguales, y elegir el mejor puede ser una decisión difícil y trascendental. Por eso, en este artículo te vamos a dar algunos consejos para que sepas cómo elegir el mejor crédito hipotecario para comprar tu casa.
1. Define tu presupuesto y tu capacidad de pago
Antes de solicitar un crédito hipotecario, debes tener claro cuánto dinero puedes destinar al pago de la mensualidad, sin comprometer tu estabilidad financiera. Para ello, debes considerar tus ingresos, tus gastos, tus ahorros y tu nivel de endeudamiento. Una regla general es que la mensualidad no debe superar el 30% de tus ingresos netos mensuales. También debes tener en cuenta que, además de la mensualidad, tendrás que cubrir otros gastos iniciales, como el enganche, los gastos de escrituración, el avalúo y el seguro.
2. Compara entre los tipos de crédito hipotecario existentes
Existen diferentes tipos de crédito hipotecario, según la entidad que lo otorga, la tasa de interés, el plazo, el tipo de pago y el tipo de moneda. Algunos de los más comunes son:
- Crédito hipotecario bancario: es el que te ofrece un banco, con una tasa de interés fija, variable o mixta, un plazo de 5 a 30 años, un pago mensual constante o creciente y en pesos o en unidades de inversión (UDIs).
- Crédito hipotecario de Infonavit: es el que te ofrece el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). La tasa va de 3.09% a 10.45%, dependiendo de tu nivel salarial y un plazo de hasta 30 años siempre y cuando tu edad más el plazo de crédito no sea mayor a 70 años, un pago mensual que se descuenta directamente de tu nómina
- Crédito hipotecario de Fovissste: es el que te ofrece el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), con una tasa de interés fija 6% anual, un plazo de hasta 30 años, un pago mensual que se descuenta de tu nómina y en pesos o en salarios mínimos generales (SMG).
- Crédito hipotecario de Sofom: es el que te ofrece una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom), que es una entidad no regulada por el Banco de México, con una tasa de interés fija, variable o mixta, un plazo de 5 a 30 años, un pago mensual constante o creciente y en pesos o en UDIs.
Para comparar entre los tipos de crédito hipotecario, debes considerar el Costo Anual Total (CAT), que es el indicador que te muestra el costo real del crédito, incluyendo la tasa de interés, las comisiones, los seguros y los gastos administrativos. Entre más bajo sea el CAT, más barato será el crédito.
3. Elige el crédito hipotecario que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas
Una vez que hayas comparado entre los tipos de crédito hipotecario, debes elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas, según tu perfil financiero, tu proyecto de vida y tus preferencias personales. Para ello, debes considerar los siguientes aspectos:
- La tasa de interés: es el porcentaje que te cobra la entidad financiera por prestarte el dinero. Entre más baja sea la tasa, menos intereses pagarás. Puede ser fija, variable o mixta. La fija se mantiene constante durante toda la vida del crédito, la variable cambia según las condiciones del mercado y la mixta combina ambas modalidades.
- El plazo: es el tiempo que tienes para pagar el crédito. Entre más largo sea el plazo, más baja será la mensualidad, pero más intereses pagarás. Puede ser de 5 a 30 años, según el tipo de crédito y la entidad financiera.
- El tipo de pago: es la forma en que se calcula la mensualidad. Puede ser constante o creciente. La constante se mantiene igual durante toda la vida del crédito, la creciente aumenta cada año según un porcentaje establecido.
- El tipo de moneda: es la unidad en la que se expresa el saldo del crédito. Puede ser en pesos, en UDIs o en salarios mínimos. Los pesos son la moneda nacional, las UDIs son unidades que se ajustan según la inflación y los salarios mínimos son los ingresos mínimos que establece el gobierno.
4. Revisa los requisitos y los documentos que debes presentar
Para solicitar un crédito hipotecario, debes cumplir con una serie de requisitos y presentar una serie de documentos que acrediten tu identidad, tu solvencia y tu capacidad de pago. Algunos de los requisitos y documentos más comunes son:
- Ser mayor de edad y tener nacionalidad mexicana o residencia permanente.
- Tener buen historial crediticio y no estar en el Buró de Crédito.
- Tener ingresos comprobables y estables.
- Tener un ahorro previo para el enganche y los gastos iniciales.
- Presentar una solicitud de crédito debidamente llenada y firmada.
- Presentar una identificación oficial vigente (INE, pasaporte, cédula profesional, etc.).
- Presentar un comprobante de domicilio actual (recibo de luz, agua, teléfono, etc.).
- Presentar un comprobante de ingresos de los últimos 3 o 6 meses (recibos de nómina, estados de cuenta, declaraciones fiscales, etc.).
- Presentar un avalúo de la propiedad que se va a comprar, realizado por un perito autorizado por la entidad financiera.
- Presentar una copia de la escritura de la propiedad que se va a comprar, con los datos del vendedor y del notario.
5. Solicita y evalúa las opciones de crédito hipotecario que te ofrecen las entidades financieras
Una vez que hayas elegido el tipo de crédito hipotecario que quieres, y que hayas reunido los requisitos y los documentos que debes presentar, debes solicitar y evaluar las opciones de crédito hipotecario que te ofrecen las entidades financieras. Para ello, puedes acudir directamente a las sucursales, llamar por teléfono, visitar las páginas web o usar los simuladores de crédito hipotecario que existen en internet. Algunos de los aspectos que debes revisar y comparar son:
- El monto del crédito: es la cantidad de dinero que te presta la entidad financiera, y que depende del valor de la propiedad, del porcentaje de financiamiento y de tu capacidad de pago.
- La mensualidad: es la cantidad de dinero que debes pagar cada mes, y que depende del monto del crédito, de la tasa de interés, del plazo y del tipo de pago.
- El CAT: es el indicador que te muestra el costo real del crédito, incluyendo la tasa de interés, las comisiones, los seguros y los gastos administrativos. Entre más bajo sea el CAT, más barato será el crédito.
- Los beneficios adicionales: son las ventajas o facilidades que te ofrece la entidad financiera, como descuentos, bonificaciones, programas de recompensa, asesoría gratuita, etc.
6. Elige y contrata el crédito hipotecario que más te convenga
Después de solicitar y evaluar las opciones de crédito hipotecario que te ofrecen las entidades financieras, debes elegir y contratar el crédito hipotecario que más te convenga, según tu presupuesto, tus necesidades y tus expectativas. Para ello, debes seguir los siguientes pasos:
- Verifica que cumples con todos los requisitos y que tienes todos los documentos que te piden.
- Firma el contrato de crédito hipotecario con la entidad financiera que hayas elegido, y revisa que todos los datos y las condiciones sean correctos y estén de acuerdo con lo que habías pactado. También debes pagar los gastos de escrituración, que son los que se generan por el trámite legal de la compra-venta de la propiedad.
7. Disfruta de tu nueva casa y cumple con tus obligaciones
Finalmente, después de haber firmado el contrato de crédito hipotecario, podrás disfrutar de tu nueva casa y cumplir con tus obligaciones. Para ello, debes seguir los siguientes consejos:
- Recibe las llaves de tu nueva casa y verifica que todo esté en orden y conforme a lo que habías acordado con el vendedor. Si hay algún problema o inconveniente, comunícate con la entidad financiera y el notario para solucionarlo.
- Paga puntualmente tu mensualidad, y aprovecha los beneficios que te ofrece la entidad financiera, como adelantar pagos, reducir el plazo o el interés, cambiar de modalidad, etc. Así podrás ahorrar dinero y tiempo, y evitar multas o recargos.
- Mantén tu casa en buen estado, y realiza las reparaciones o mejoras que consideres necesarias. También debes contratar y renovar el seguro de tu casa, que te protege en caso de algún siniestro o daño.
- Disfruta de tu casa y hazla tu hogar, con tu estilo y tu personalidad. También puedes compartir tu experiencia y tu satisfacción con tus familiares, amigos y conocidos, y recomendarles el crédito hipotecario que te funcionó.
Conclusión
Comprar tu casa propia es una de las decisiones más importantes de tu vida, y para lograrlo, debes elegir el mejor crédito hipotecario que se adapte a tu situación. No te dejes llevar por la primera opción que te ofrezcan, ni por la más barata o la más fácil. Investiga, compara y evalúa las diferentes alternativas que existen en el mercado, y elige la que te ofrezca el mejor beneficio a largo plazo.
Y si necesitas ayuda, no dudes en contactarme, puedo ofrecerte una asesoría gratuita y personalizada, para que encuentres el crédito hipotecario ideal para ti. Solo tienes que llenar el formulario que encontrarás en este enlace, y me pondré en contacto contigo lo antes posible. No dejes pasar esta oportunidad de cumplir tu sueño de tener tu casa propia.
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